LA JABADA CAMPURRIA
por la recuperación de la Gallina JABADA en TAMARAN

HISTORIA DE CANARIAS

 

 

Huesos hallados en Chile se fecharon hace 622 años, y el análisis genético sugiere que los animales fueron traídos al continente por navegantes que atravesaron el Pacífico a bordo de balsas.
Arqueólogos chilenos que excavaban el sitio llamado El Arenal 1, en la Península del Arauco, en el centro-sur de Chile, hallaron lo que en su opinión eran los más primitivos huesos de pollo encontrados en las Américas. Para cerciorarse de que estaban en lo cierto, convocaron la ayuda experta de Elizabeth Matisoo-Smith y sus colegas de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda.

La profesora asociada en antropología biológica es experta en una especialidad peculiar: el análisis genético de la fauna prehistórica del Pacífico, tanto la doméstica (por ejemplo, el perro, Canis familiares) como la engullible (por ejemplo, el puerco, Sus scrofa).

El equipo neocelandés hizo dos tipos de análisis sobre medio centenar de huesos provenientes de por lo menos cinco pollos. Y empezaron las sorpresas.Primero, el estudio de datación a base de carbono radiactivo indicó que los materiales tenían 622 años de edad; el rango calibrado de fechas dice que los pollos vivieron entre los años 1321 y 1407 de nuestra era: antes de la llegada de Colón.

De entrada, esto explica un curioso misterio. Se supone que pollos, gallinas y gallos, pertenecientes a la especie Gallus gallus, se derivaron de aves silvestres que vivieron en el subcontinente indio, y que cuando emigraron a las Américas los primeros humanos, no traían gallinas con ellos.

La noción de base es que cuando los exploradores españoles y portugueses tocaron tierras americanas a fines del siglo XV, trajeron consigo gallinas. Pero resulta que Francisco Pizarro, conquistador del Perú, reportó que los incas ya usaban gallinas en sus ceremonias religiosas, lo cual hablaba de cierta familiaridad con los volátiles.

Pizarro tenía razón: los incas tenían gallinas y esas gallinas llegaron a América antes que los españoles. ¿De dónde? La hipótesis natural, basada en otras evidencias circunstanciales, sugeriría que fueron navegantes polinesios los que, a bordo de sus resistentes balsas, atravesaron la vastedad del Pacífico para traernos... gallinas, entre otras cosas.

Dicho sea de paso, si trajeron lo suyo, también se llevaron lo nuestro, pues los expertos han hallado, por ejemplo, similitudes entre los lenguajes polinesios y los sudamericanos. Y a nivel más pragmático y terreno, se han hallado en Polinesia papitas y calabazas que tienen todo el aspecto de haber nacido en América.

Los expertos de Nueva Zelanda no se limitaron a datar los huesos de pollo. Extrajeron cuidadosamente el material genético, hicieron análisis, y asintieron felices: ¡los pollos precolombinos tenían una mutación! Más concretamente, tenían la misma mutación que pollos polinesios encontrados en dos enclaves arqueológicos de Oceanía: Mele Havea, en Tonga, donde se han hallado restos de pollo de hace dos mil años, y un sitio en la Samoa Americana, donde se hallaron huesos de volátil que datan más o menos de la misma fecha que los pollos americanos.

Más de tres plumajes académicos se erizarán ante las consecuencias del estudio que se publicará en los Proceedings of the National Academy of Sciences. Porque además de que los pollos predatan la llegada de Colón al continente americano, su origen indica que los polinesios visitaron América y no al revés, como algunos (entre ellos el navegante Thor Heyerdahl) llegaron a suponer.

“Heyerdahl había propuesto que hubo gente viajando de Sudamérica a Polinesia”, dijo la estudiante doctoral Alice Storey, que participó en los estudios y que se especializa en el análisis de ADN de las mitocondrias (ADNmt) de las gallinas del Pacífico. “Tenía las ideas al revés: estos pollos (los que dejaron sus huesos en Chile) son parientes de las gallinas polinesias”.

Las discusiones académicas acerca de cuándo se introdujo la gallina doméstica a las Américas tenían ya sus buenos 30 años, y si se confirman los datos del nuevo estudio, podrían quedar zanjadas de una buena vez. “Aquí ofrecemos la primera evidencia inequívoca de una introducción preeuropea de gallinas a Sudamérica, e indicamos, a través de la evidencia del ADN antiguo, que una fuente probable de esa introducción fue Polinesia”.

El nuevo estudio sobre pollos y gallinas se sumará a una historia evolutiva en plena construcción, que a la fecha comprende testimonios genéticos de ratas, perros y puercos conforme se propagaron por el sudeste de Asia y a través de las islas del Pacífico. Pero a diferencia de otros, es el primero que establece con claridad pruebas concretas de un contacto polinesio con América. ¡La conquista de las gallinas!

- Claves

Genes gallináceos

• Los españoles y portugueses que llegaron a América en el siglo XV trajeron caballos y gallinas; los primeros eran desconocidos y causaron terror. Las segundas eran conocidas por los incas.

• Esas gallinas debieron ser descendientes de volátiles traídos al continente desde Polinesia, pues comparten con las gallinas de allá mutaciones genéticas únicas.

• El análisis genético de los animales domésticos y alimenticios está resultando ser una herramienta útil para seguir la pista de las migraciones humanas.


 

 






R e s e ñ a s

93 TEJERA GASPAR, Antonio y CAPOTE ÁLVAREZ,

 Juan. Colón y

La Gomera. La colonización

de La Isabela (República Dominicana) con animales y plantas de Canarias. CCPC,

La Laguna, 2005.

La aportación de las Islas Canarias es innegable en la colonización del Nuevo Mundo, no sólo por

la posición geoestratégica y ser punto de escala en la rutas colombinas sino porque también desde

las Islas y especialmente desde La Gomera, las naos del Descubrimiento se avituallaron de agua y

víveres y, especialmente en el segundo viaje en el que embarcaron animales y plantas que formarían

parte del sustento alimenticio que permitió la superviviencia de los habitantes de La Isabela

y posteriormente al resto del territorio.

En este trabajo, dividido en cuatro capítulos, A. Tejera y J. Capote nos muestran la importancia

de La Gomera como puerto de Las Indias, parafraseando al cronista López de Gómara, para exponer

a continuación los diversos animales que se llevaron a las Antillas y más específicamente en

el segundo viaje como fueron: cabras antiguas de Canarias, ovejas de pelo y carneros sin cuernos,

cerdos negros de grandes colmillos, vacas de pequeño tamaño, gallinas que habían sido introducidas

en Canarias por los europeos a mediados del XIV y, sobre todo, los autores insisten en los

consiguientes procesos de adaptación en los nuevos espacios. Llama la atención que definen con

nitidez las distintas razas de los animales tanto las que eran propias del Archipiélago, aclimatadas

y bien adaptadas a estos medios insulares y cuya vinculación africana es evidente, así como aquellas

otras que se encontraban en las Islas por aportación castellana, partiendo tanto de fuentes

documentales como la Historia de las Indias de fray Bartolomé de Las Casas y otra documentación

colombina, como arqueológicas, especialmente los estudios zooarqueológicos realizados en el

Caribe y el continente.

Aportan también un significativo elenco de plantas que fueron llevadas desde Canarias en los viajes

colombinos y que a su vez habían sido introducidas en las Islas tras su conquista y colonización,

fundamentalmente plantas y árboles frutales de La Gomera, junto al azúcar de Gran Canaria,

así como hortalizas, y al igual que en el capítulo precedente tratan no sólo el transporte sino sobre

todo la adaptación de las nuevas especies.

El trabajo se completa con un capítulo dedicado a los alimentos en La Española y el hambre de “la

Isabela”, así como sobre los bastimentos embarcados en los puertos andaluces y en el de La

Gomera con dirección a “La Isabela”. A ello se añade un anexo documental y bibliográfico.

A modo de síntesis podemos decir que es un trabajo cuyo eje central no son los grandes acontecimientos

sino el análisis de un aspecto, generalmente relegado a un segundo plano, pero que resulta

básico en lo que se refiere a la subsistencia y en buena medida en lo que atañe a los cambios

en los hábitos alimenticios y culturales, como la introducción de nuevas plantas y nuevos animales.

Ana Viña Brito

Universidad de La Laguna

ESTUDIOS COLOMBINOS tripas 10/10/07 08:16 Página 93



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Indias, islas y Tierrafirme del mar Océano se llaman las comprendidas en la demarcación de los reyes de Castilla, porque el mar Océano, que es lo que cerca toda la tierra, desde el llaman la India Oriental, adonde solamente por una parte llega. Divídese generalmente la mar, comprendida en la demarcación de Castilla, en dos mares principales: el que llaman del desde las provincias del Labrador, Terranova y los Bacallaos por la costa de la Florida y Nueva España y Tierrafirme, hasta la Equinoccial y provincias del Brasil, y de ahí abajo hasta Indias desde el Estrecho de Magallanes por toda la costa del Pirú y provincias de Puerto Viejo, y Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Nueva España hasta la California, y todo lo que por nombre, cuando estando ya descubiertas todas las islas del norte y parte de Tierrafirme, Vasco-Nuñez de Balboa, descubriendo la provincia de Panamá, año de 13 (1513), pasó por Tierrafirme, que quedaban á la parte del norte, que también desde entonces se comenzó á llamar mar del Norte; extendiendo después el nombre del un mar y del otro hasta todo lo que estas mares. Demás de los nombres generales que tienen, las dividen particularmente por golfos y regiones, los cosmograficos que las describen y marineros que las navegan, y así el Yeguas; quieren decir que por algunas yeguas que se echaron en él, de las que se llevaban á las Indias al principio; y la mar, que hay de las Canarias á las islas de la Dominica y Deseada, Océano desde la Deseada y Dominica por toda la costa de Tierrafirine, Yucatán, golfo de Tierrafirme y de las islas de la mar del Norte; y lo que hay por la costa de la Nueva España hasta el golfo del Norte ó del Sagarzo ( sic); y mar de los Bacallaos y Terranova, lo que hay de allí para el norte; y golfo de los Azores ó de España, lo que hay desde las islas de los Azores Magallanes, lo que más se va llegando á el mar del Sur, ó mar del Poniente que llaman los cosmógrafos castellanos respecto de las Indias, que quedan al oriente dél, y por no ser tan del Sur de la Nueva España, lo que hay por la costa occidental della; y del Pirú lo que va por aquellas provincias; y mar Pacífico lo que hay desde Chile hasta el Estrecho; y golfo del aquella costa.

DEL FLUJO Y REFLUJO DEL MAR, QUE LLAMAN MAREAS

Generalmente, en lo que convienen mares tan grandes y apartados, es solamente en las sustancias de las aguas, que son todas de naturaleza salobres y amargas, y todas están por en las más de las calidades de mareas, vientos, aguajes, tempestades y otras cosas, la diferencia que tienen unas mares á otras proceden, comunmente, respecto de las costas y postura de la mar de las Indias, que en todas partes crece y mengua dos veces cada dia, como en las otras partes del mundo (aunque con diferencia de unas partes á otras), porque en toda Mediterráneo crece y mengua poco; y en toda la costa de la mar del Sur es grande la creciente y menguante, como lo es en la costa occidental de Europa y Africa, del Estrecho de Gibraltar en las tierras bajas y playas crece y descrece una legua y legua y media y más de tierra; y siempre las crecientes son mayores en los dias que más se acerca la luna á la conjunción y conjunción y oposición, cuando las mareas son las mayores; y á lo que hasta agora se platica entre marineros, la hora de la creciente, que llaman pleamar, cada dia es cuando la luna el sol estuviese, serían las tres de la mañana y las tres de la tarde; y la menguante ó baja mar, que por otro nombre llaman josente 1 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#1b)

cielo son los círculos horarios, en que son las nueve del día y de la noche llegando el sol á ellos. Pero de la hora verdadera de las mareas en particulares regiones y provincias de las negligencia y poca curiosidad que comunmente hay en la gente de la mar.

DE LOS VIENTOS Y TEMPORALES DE LOS MARES DE LAS INDIAS

Así como los temperamentos y temporales diferentes, de las provincias y regiones, suceden en partes respecto de la posición diversa y sitios dellas, más que de las influencias del cielo, ó menos peligrosos por las tierras y costas de donde vienen y van á parar; y así no se puede hacer de ello regla general, ni decir en común más de que, por lo ordinario, en las mares todo el año las brisas; que comunmente se llaman así los vientos que corren de oriente para poniente desde el nordeste hasta el sueste, los cuales vientan todo el año, si no sea cuando del sol, para andar con él siempre de oriente á poniente. Y así, para navegar de España á las Indias y de las Indias para las islas del poniente y Filipinas, que es todo de oriente á poniente, brisas que los llevan; al contrario, para navegar de occidente para oriente y volver de las islas del Maluco á la Nueva España y á España de las Indias, porque las brisas es tiempo contrario, 40 grados, más ó menos, como es menester para hallar vientos frescos que corran desde el norueste por el norte hasta el nordeste, que comunmente se llaman nortes; los cuales por de mediodía, son como ordinarios, y parece que deben ser causados de las exhalaciones contínuas que proceden de la frialdad perpétua de las tierras que caen debajo de los polos; impedidos por causas particulares, ó mayor violencia de otros vientos, como son los ponientes, que son desde el norueste hasta el sudueste, y los que corren menos y suelen menos violentas, no podrían prevalecer contra las brisas que caminan siempre con el sol.

Los vientos terrales, que son los que salen de la tierra por los ríos á la mar hasta tres ó cuatro leguas, no se sienten sino de parte de noche y con el fresco de la mañana hasta las impedidos della ó de otros vientos mayores y más largos que llaman mareros, que, por poco recios que sean, bastan á impedir los terrales por ser tan delgados y cortos.

Y aunque, por lo referido en general de los vientos, la navegación por las regiones que van llegando á los polos suele ser peligrosa en los inviernos, por las contínuas refriegas de vientos contrario, mejor por las regiones donde es verano, fuera de los trópicos, que por bajo de la Equinoccial y tórrida zona donde muchas veces suelen faltar los vientos y haber mucha calmería; para que en ellas reinen y en otras dejen de correr los vientos, regularmente, y que los ordinarios vengan á acusar más tormentas en unas partes que en otras, y ser más peligrosos para tierra, atravesándose en la costa de manera que dan en ella con los navíos, donde con la furia del agua se vienen á hacer pedazos. Y así, los vendabales que vientan de la parte del en las setentrionales, y más ordinarios en el invierno de aquellas partes, que es cuando en éstas es verano, y se sienten pocas veces en España, aunque en el mesmo tiempo vientan la Nueva España, que es en los meses del invierno de estas partes cuando suelen ser muy frecuentes los vendabales en España, y por esto la navegación desde Sanlucar á las Canarias Marzo por las tormentas grandes que suelen causar, y porque son travesía en la costa de España y parte de Berbería; y así aguardan á entrar en este golfo de Abril para adelante los porque no les coja el invierno en él. Y aunque las brisas suelen ser ordinarias tras el curso del sol, faltan algunas veces en el golfo del Océano navegando para las islas de la mar del en tiempo de verano, y en la costa de Tierrafirme y mar de la Nueva España, donde siempre las brisas y vendabales son vientos suaves y blandos, y las brisas son tan contínuas, que dando puntas muy largas á la mar. Los mesmos vientos, salida la canal de Bahama en el golfo de Sagarzo, suelen ser tempestosos, y meten mucha mar los vendabales en verano, que también se atraviesan en gran parte de la costa de la Florida; y así se procura pasar á este golfo, si puede ser, antes en verano que en invierno. Y cuando en España son ordinarios los Tierrafirme v de Nueva España, vientan los nortes de ordinario y son peligrosos para navegar, porque vienen á ser travesía derecha en la costa de Tierrafirme y casi todas las islas tiempo que comienzan á ventar desde Agosto para adelante, con el contraste y refriegas de otros vientos, que suelen en aquellos tiempos causar unas tormentas que llaman huracanes, visto arrancar del fondo de la mar un navío hundido de muchos años, cargado de hierro, y echarlo fuera del mar en tierra; y los animales y ganados de las islas barruntan esta fortuna antes veces secos y otras con aguaceros, y porque en veinticuatro horas da el viento á todo el horizonte, se entiende ser causados de vientos contrarios; y así suelen suceder muchas veces esforzarse, y los nortes á ventar, que todos deben concurrir para efectos tan terribles y temerosos. Y en la costa del Brasil y provincias del Rio de la Plata hasta el Estrecho, suelen travesía en toda aquella costa, y así se aguarda á navegarla desde Octubre para Mayo, cuando es verano en aquellas partes.

En la costa del mar del Sur, desde el Estrecho de Magallanes para el Pirú á Panamá y todo la Nueva España, son muy pocas les brisas; solamente reinan los nortes desde Octubre poder ser travesía en ella, viene á ser la navegación de aquella mar la más suave y segura de cuantas en el mundo se saben; aunque desde el Estrecho de Magallanes, que está en cuatro vientos vendabales y sures muy continuos en todo el invierno de aquellas provincias, que es del principio de Mayo hasta fin de Octubre y aun en el verano. Y también la navegación en ni sabida como las otras, es apacible y buena, y sirven en ella las brisas metidas á la mar, y los vientos nortes subidos en altura; y también el mar de la California y costa occidental de por segura, á causa de no ser travesía en ella los vientos sures ni nortes, que siempre suelen ser los más furiosos, como queda dicho.

DE LAS CORRIENTES Y AGUAJES

La mar, por su naturaleza ó por accidente, tiene su movimiento como los demás elementos, que siempre el agua della va corriendo á una parte ó á otra, y el curso que hace llaman los por lo ordinario siguen el curso de los vientos que mueven las aguas y las hacen correr para la parte donde ellos caminan, cuando las costas de la tierra no las embarazan y hacen torcer de los vientos, más ó menos ordinarios en unas provincias que en otras.

Suelen retardar ó acelerar mucho la navegación, porque los navíos con mediano viento, caminando para donde van las corrientes, hurtan muchas leguas de viaje y caminan mucho más de las aguas; y algunas veces pueden tanto, que aunque el viento sea contrario llevan los navíos contra él, como en la canal de Bahama, donde corren tan recias, que aunque haya desembarcarlos de la dicha canal; y cuando les dan del un lado ó el otro los hacen decaer, sin sentirlo, de la derrota por do van, y así importa á los marineros la noticia y conocimiento determinarse por ser pocas, á causa de no ser muy contínuos los vientos que en ella reinan y no haber señal para poderse percibir navegando. Es argumento dellas la postura y prolongamiento según el curso de los aguajes que por ellas pasan, como se ve en las islas de la mar del Norte, adonde por ser las corrientes leste-oeste, según el curso de la brisa, que como queda Española, Cuba y Jamaica con otras muchas, se van prolongando leste-oeste, como corren las aguas con el curso de la brisa hasta dar en la costa de Honduras y Yucatán y golfo de brisa, á desembocar por la canal de Bahama de donde, huyendo de la brisa, van caminando por la costa de la Florida, metiéndose cuanto pueden para el norte. Y así también, en hallado, que los aguajes vienen del sur para la Equinoccial por los vientos sures que los deben traer, y también, en la costa de la mar del Sur las corrientes vienen casi siempre desde Nicaragua y Nueva España hasta la California; de cuya causa, la navegación de Panamá para el Perú y Chile suele ser larga, y al contrario muy breve de Chile para el Pirú y Tierrafirme; norte, como también parece que irán al contrario por la mesma costa cuando ventasen los nortes, aunque de éste no se tiene tanta averiguación como del otro; y así, las más de las islas mar del Poniente, no se tiene hasta agora entera noticia, aunque parece que deben de seguir la generalidad sobredicha por algunas islas y costas que dan dello señal.

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DE LAS ESTRELLAS Y NORTES POR DONDE SE RIGEN LOS QUE NAVEGAN Á LAS INDIAS Y DE LA AGUJA

En la parte de la mar del Norte y parte de la mar del Sur que cae de la Equinoccial para el setentrion, los marineros se rigen en sus navegaciones por la estrella polar del polo Ártico, calamita se afija en dos círculos meridianos; uno en la mar del Norte que pasa por las islas de los Azores, y otro en la mar del Sur como en 2 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.Equinoccial á la otra parte, en el uno y otro mar del Sur y del Norte, se rigen y gobiernan por cuatro estrellas puestas en cuadro, que llaman el crucero, de las cuales la mayor, que tiene mira siempre al polo Antártico, y aunque hasta agora no se sabe parte alguna do se fije, parece que ha de ser en los mesmos meridianos sobredichos.

VIAJES Y NAVEGACIONES DE INDIAS

En todos los mares de las Indias, islas y Tierrafirme del mar Océano, demás de los viajes particulares que se hacen de unas á otras provincias, de que se hace mención en las descripciones se hace desde España á las Indias hasta el Nombre de Dios y Tierrafirme y Nueva España; la segunda desde España al Rio de la Plata y Estrecho de Magallanes, que es la menos Chile; y la cuarta, de poco tiempo acá comenzada, de la Nueva España hasta las islas del Poniente y contratación de la China.

CARRERA DE LAS INDIAS

La navegación primera y más cursada, que llaman carrera de las Indias, es desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda en España para el puerto de San Juan de Ulua en la Nueva España, menos, segun los tiempos; y para el Nombre de Dios en Tierrafirme hasta donde, desde España, se navegan mil y cuatrocientas leguas en dos meses largos. Para entrambas partes altura, en que están las dichas islas, desde donde se aparta la derrota que va á Nueva España, y la que al Nombre de Dios, que de estas islas es muy poco lo que baja de altura, hasta sobredichas á subir en altura hasta 17 grados y más, por donde va costeando por la parte del mediodía las islas de San Juan y la Española, y por encima de la de Jamaica y la isla entrambas las flotas de Nombre de Dios y de la Nueva España á juntarse en el puerto de la Habana, que es en la costa setentrional de la isla de Cuba, desde donde desembocan la Azores, donde toman refresco, y desde allí vienen á reconocer el cabo de San Vicente en España, en la costa de Portugal, y desde allí al puerto de Sanlúcar; habiendo navegado setecientas leguas, y la de la Nueva España mil y cuatrocientas, todo según la estimación de los marineros.

TIEMPOS DESTA NAVEGACIÓN

Los tiempos convenientes, y determinados ya por experiencia, en que se debe hacer esta navegación de la carrera de las Indias, por los peligros que en ella hay si se hace fuera dellos, hasta pasado Mayo, porque no se pase el golfo de las Yeguas en invierno y se llegue á las islas de la mar del Norte antes de Agosto; porque de allí adelante comienzan los nortes y Setiembre, porque no las tome el invierno antes de las Canarias, y para que puedan llegar al Nombre de Dios en principio de Noviembre, cuando comienza aquella tierra á ser menos por Febrero, y desde Nueva España por Marzo; de manera que se juntan las flotas en la Habana por Abril, cuando ya en aquella mar cesan los nortes y así se viene á navegar el golfo España por julio y Agosto cuando no hay peligro de vendabales ni de otra cosa, sino de cosarios, moros ó franceses.

DE SEVILLA Á SANLÚCAR DE BARRAMEDA

La navegación y carrera de las Indias se comienza desde Sevilla, donde en el puerto de las Muelas, que es en rio de Guadalquivir, que hasta allí y más arriba crece y mengua con la visitadores de navíos; y si son del porte que han de ser, conforme á las ordenanzas, y están estancos y salidos de carena para poder recibir carga, se les da licencia para hacer el viaje, que se han de proveer. Y después de armados y proveidos y comenzados á cargar los navíos grandes que demandan mucha agua, con hasta cuarenta, cincuenta ó cien pipas no más, medianos á media carga, se vuelven á visitar de la segunda visita, para ver si van conforme á lo que se les manda en la primera, y se les da licencia para partirse y alijar la ropa que leguas por mar y por tierra; y para navegarlas es el viento nordeste el que más sirve. Salidos del puerto de las Muelas, van al puerto de las Bandurrias, que es un bajo de arena como codos de agua con la pleamar, ni pasa de cuatro cuando es bajamar. Otro tanto más adelante dél hay otro bajo, que llaman los Pilares, que aunque tiene canales fondables para poder algunas. Dos leguas más adelante está otro paso, que llaman el Valle, de siete codos ó poco más de agua pleamar, y no más de tres cuando es la menguante: de allí á otras dos Saucejo, que es paso largo y de más fondo, desde donde se va una legua más adelante á surgir en las Horcadas, que están ocho leguas de Sevilla, adonde ya las naos tienen mucha de otro paso que llaman el Albina, como dos leguas de las Horcadas, de nueve codos de agua. No se pueden pasar estos bajos del rio sin esperar la marea cuando es creciente, porque es pequeña, que con buen viento puede pasar dos bajos de una marea; y tardan las naos, en quince leguas que hay desde Sevilla hasta Sanlúcar, siete ú ocho días. Llegados al puerto contra los vientos y mareas, y se acaban de cargar las mercaderías que se han traido de Sevilla, en barcos por el rio, y se hace la segunda visita por uno de los jueces, oficiales de gente de mar y de servicio que se les manda, y los bastimentos, armas, artillería, municiones, jarcias y otras cosas que ha de llevar cada navío; como también para que no lleven más lastrado.

El puerto de Sanlúcar está en 37 grados de altura largos; es grande y capaz para trescientos navíos ó más, porque tiene de ancho un cuarto de media legua, y de largo como dos leguas arena, aunque en tiempo de invierno es algo desabrigado, por ser la tierra más baja que las naos. La boca tiene de ancho una legua, y en ella una canal como de cien pasos, ancha, nornordeste, donde se quiebra la mar y hace abrigo cerca de las casas de Sanlúcar, que están al oriente del rio. Para entrar y salir la barra de este puerto han de concurrir tres cosas y marea de aguas vivas, con que suele crecer el agua del puerto cuatro codos; las cuales cosas no pueden siempre concurrir, porque cuando hay marea, que ésta es cada dia, faltan viento, faltan las mareas; y así viene á ser la salida de esta barra dificultosa, demás de que, algunas veces, cuando viene á ser todo junto, es antes del día, y por no se poder ver las mareas El viento necesario para salir de la barra ha de ser desde el norte hasta el leste en invierno, y en verano hasta el sueste, y que sean vientos para poder romper el agua de la marea, terrales, y no más de hasta las diez ó las once del dia que comienzan las virazones, que son vientos que llaman mareros, porque vienen de la mar; de cuya causa, aunque siempre la dicho puerto, porque llegan juntos la marea con las virazones por el sudueste ó sur, por lo cual, algunas veces, cuando hay viento y faltan aguas vivas, se suelen alijar las naos que demandan DE SANLÚCAR PARA LAS CANARIAS

De Sanlúcar de Barrameda se va en demanda de las islas de las Canarias, por el golfo que dicen de las Yeguas, hasta donde ponen los marineros como doscientas cincuenta leguas, van solas, y así la provisión de bastimentos para este golfo suelen ser por quince dias.

Salidos de Sanlúcar en tiempo de verano, no se teme de peligro ninguno si no sea de cosarios, moros ó franceses, porque aunque se vuelva el viento contrario, se puede entretener poco que vienten, y as¡ se suelen volver al puerto á tomar la bahía de Cádiz, que es una bahía entre la isla y la costa casi norte-sur, de ancho come dos leguas y la canal como de media aquí, habiendo salido de Sanlúcar y doblado á Sal medina, una isleta que está media legua de la barra al sueste, se manda gobernar al sudueste en tiempo de verano, que e derrota manda gobernar la vuelta del sudueste, cuarta del sur hasta el cabo de Cantin, que está con el cabo de Sanlúcar en 32 y medio grados, por llegarse más á la costa el Berbería, que es al sudueste, cuarta al oeste, en demanda de la dicha punta de Naga, adonde vientan ya más las brisas desde el nordeste hasta el leste, tanto, que cuando se llega á las islas, algunas Llegados á las islas de las Canaria las flotas van á surgir al puerto de la Gran Canaria, aunque antiguamente solían tomar el puerto de la Gomera, por ser el mejor de todas las islas, que invierno son peligrosos por estar todos los puertos á los suestes, que son travesía derecha en todos los que son de provecho; y así, no se detienen más de cuanto se proveen de bastimentos sea por temor de las travesías.

DÉ LAS CANARIAS Á LA DESEADA DOMINICA

De las islas de las Canarias se va en demanda de la Deseada ó Dominica, porque el golfo grande que llaman del mar Océano, que tendrá de viaje desde las Canarias, según la cuenta arriba algo más, y esto con buenos tiempos, yendo las naos cargadas y en flota, que comunmente suelen caminar veinte y cinco ó treinta leguas cada dia cuando más. Vientan de ordinario invierno, desde Octubre hasta Diciembre, suelen correr algunos vendabales, aunque con poca fuerza y por poco tiempo, y por Agosto y Setiembre se han visto algunos huracanes España por este golfo, y á causa de ser tan ordinarias las brisas y viento contrario por la punta, tardaban dos y tres meses en la vuelta; y así la experiencia mostró que era necesario subir En partiendo de las islas, se gobierna como treinta leguas al sur, para desviarse de las calmas que echa la isla del Hierro, doce y quince leguas al oeste, y desde allí se prosigue el viaje siguió antiguamente por tenerse por más derecha, gobernando al oeste, cuarta al sudueste, hasta bajar en 15 grados y medio de altura en que está la dicha isla Deseada; y la otra, hasta bajar á 20 grados de altura, porque cuanto más se meten á la Equinoccial se hallan más prósperas las brisas, y desde los 20 grados se gobierna al oeste, cuarta al sudoeste, hasta oeste sin bajar ni subir de los 15 grados y medio por entrambas derrotas, se da en la isla Deseada; y si se navegare justamente por los 15, se da en Marigalante á vista de la Dominica, La Deseada se ve ocho ó diez leguas antes de llegar á ella, y Marigalante cinco ó seis; y aunque no tienen bajos ningunos peligrosos, que no se echen de ver, no se surge en ninguna surgideros á la parte del norueste, y en Martinino, que tiene agua y leña para proveerse cuando es menester; y aun en la Dominica conviene ir apercibidos, por los indios caribes que Tierrafirme y Nombre de Dios, cada una por su parte, como abajo se dirá.

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DE LAS ISLAS PARA LA NUEVA ESPAÑA HASTA EL CABO DE SAN ANTÓN EN CUBA

Las flotas para la Nueva España, desde la Dominica y Deseada, van en demanda del cabo de San Antón, que es en la parte última y más occidental de la isla de Cuba, tocando en Cuba para el dicho cabo de San Antón, hasta donde, desde las islas Dominica y Deseada, se navegan como 500 leguas ó más, que se tardan en andar como veinte dias. De ordinario aunque desde Mayo adelante vientan contínuos vendabales; desde fin de Agosto adelante, cuando reinan más los nortes, suele ser peligrosa de los huracanes, y así se procura hacer á los Santos, que son unas isletas que están junto á Guadalupe, se gobierna al norueste 90 leguas, hasta dar vista á Santa Cruz, que está en 17 grados ó más de altura por la parte como 40 ó 50 leguas en demanda del cabo Rojo, que está en 17 y medio grados de altura en la parte occidental de la isla de San Juan de Puerto-Rico por el sur, guardándose de llegar Mona, en que á necesidad se puede surgir, se va diez ó doce leguas más adelante, hasta la isla de la Saona, que está en la mesma altura, cerca de la costa del mediodía de la isla avistando la tierra de Santo Domingo, que es ir costeándola, se va á reconocer el cabo ó punta de Caicedo 3 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#3b) , que está en la dicha isla, cinco España por el peligro de la entrada, del cual, con las demás calidades de este puerto, se hace relación en la descripción particular de la isla; y habiendo pasado el dicho puerto, se va diez leguas de Santo Domingo al poniente, adonde, si se llega antes de ser noche, de manera que no se pueda tomar el puerto de Ocoa, que está más adelante, se echan las naos Ocoa, en la costa de la dicha isla Española, diez y ocho leguas de Santo Domingo al occidente, en el cual, y en la ensenada de Cepecepín, que está junto dél como un tiro de lombarda, palmitos. Desde el dicho puerto, habiendo salido como cinco ó seis leguas dél la vuelta del sur, por huir de las calmas que suelen dar por aquí á causa de volver la costa al sur, se navega cerca de la costa; y aunque se puede pasar por dentro y no hay en ello peligro ninguno, se pasa por defuera como una legua á la mar dellos, desde los cuales se toma la derrota al oes-cual se va en demanda del cabo de Tiburón, que es la parte más occidental de la dicha isla, hasta donde ponen los marineros como 35 ó 40 leguas desde la isla de la Beata. Hay agua norueste por barlovento ó parte del norte de la Navaza, ó por el gilovento, que es por la parte del sur, como veinte leguas, hasta reconocer la tierra de Santiago de Cuba, la cual se va gobernar al oesnorueste como 40 ó 45 leguas, hasta hacerse norte-sur con la bahía ó golfo de Jagua, y desde allí, siendo de dia la vuelta del oes-noroeste, como 90 leguas, hasta dar llaman los Jardines, que es tierra muy sucia y muy baja, y donde se han perdido muchos navíos, y de noche, habiendo caminado desde el sobredicho cabo de Cruz por la dicha derrota, para la isla de Pinos, aunque algunos, por huir de los dichos jardines, desde el sobredicho cabo de Cruz van la vuelta del oeste á reconocer los Caimanes, que están del dicho cabo como en la postrera dellas, que llaman el Caimán grande y es la mayor, se puede surgir en 14 brazas por la banda del norte; desde donde se vuelve á reconocer por la vuelta del norueste van á reconocer, como veinte leguas la vuelta del noroeste, las sierras de Guayaguánicos, y después el cabo de Corrientes, que está en 12 y medio grados como treinta leguas de la un jagüey grande y una fuente que están cerca; desde el cual se van costeando doce leguas hasta el cabo de San Antón, que está en 22 grados en la parte última y más occidental mano derecha.

DEL CABO DE SAN ANTÓN AL PUERTO DE LA VERACRUZ

Desde el dicho cabo de San Antón para el puerto de la Veracruz se gobierna por dos derrotas, una para en tiempo de invierno, desde Setiembre hasta Mayo, y otra para verano. La de leguas, suele durar ocho ó nueve dias, en la cual son muy ordinarios y peligrosos los nortes, porque meten mucha tormenta y causan muchas averías por las echazones que se hacen. de los bajos que se llaman los Alacranes, que están en 22 grados leste-oeste del cabo de San Antón, á los cuales no se llega desde treinta brazas de fondo abajo; y desde este fondo grados, por apartarse de los bajos que llaman de los Negrillos é isla Bermeja, que están de 23 grados hasta 23 y medio, y desde allí se vuelve á gobernar al oeste otras cincuenta menos un cuarto en la costa de la Nueva España, desde la cual punta, quince leguas casi al sur, está el puerto de San Juan de Ulua, para el cual se va, la costa en la mano, tres leguas que llaman del norte, de cuyas entradas y salidas se da noticia en la descripción particular de la Veracruz.

La otra navegación, que dicen por de dentro, por tiempo de verano desde Mayo hasta Setiembre, que llaman invierno en aquellas partes porque es cuando llueve, será, según las derrotas, leguas, poco más ó menos, y así se tarda en ella como ocho días, un día menos que por la de fuera, porque en el verano, cuando se hace, reinan siempre brisas y es la mar blanda travesía para la punta en toda la costa de Yucatán, cerca de la cual se pasa, y de la costa de la Nueva España desde la sierra de San Martín hasta el puerto de San Juan de Ulua. Partiendo que es fondo de la mar en treinta brazas, desde donde se gobierna al oeste, cerca de cien leguas por veinte brazas de fondo, hasta pasar por entre la isla del Triángulo é isla de Arenas, Carca, puesta en 20 grados largos; y en siendo pasadas estas islas se pierde el fondo y se gobierna al sudueste otras sesenta o setenta y cinco leguas, hasta ver las sierras de San dellas, que llaman Roca Parada, desde la cual se va corriendo la costa al oes-norueste por dar resguardo á unas isletas que llaman las Cabezas, por la cual derrota, dejando al sur las adonde se descargan y desaparejan los navíos, quitándoles los mástiles y jarcias, y los amarran con buenos cables por los nortes, que suelen ser muy recios en este puerto, donde están DESDE LA DOMINICA Á CARTAGENA Y NOMBRE DE DIOS

La navegación para el Nombre de Dios desde la Dominica y Martinino, donde se aparta la derrota para la Nueva España y Tierrafirme, será de cuatrocientas leguas de viaje, que se islas; en la cual, aunque en verano son muy contínuos los vendabales y en invierno acuden siempre los nortes, las brisas son casi perpetuas y pocas veces suelen faltar; y así la navegación en esta costa suaves casi siempre y poco peligrosos; al contrario de los nortes, que son travesía en toda ella y mala.

En desembocando por entre la Dominica y Martinino se va en demanda del cabo de la Vela, cincuenta leguas al oes-sudueste y después al oeste, cuarta del sudueste, hasta ponerse en la costa del cabo de la Vela, veinte y cinco leguas antes de ella leste-oeste, hasta donde ponen los marineros de la isla Dominica como doscientas treinta leguas; desde el cual, gobernando hasta el río de Palominos á vista de las sierras nevadas y remate de los Ancores y la sierra de Bonda, que está sobre el puerto de Santa Marta; y desde allí se corre la vuelta del gobernar al sudueste en demanda de Morro-hermoso y de allí al buhio del Gato y á la punta de la Canoa, prolongando la costa hasta Cartagena. Para el Nombre de Dios se gobierna ocho y después la vuelta del sudueste otras treinta, hasta reconocer por el sur la cabeza de la Cativa, que aun si fuera en tiempo de vendabales se puede ir derecho desde Cartagena hasta hay como noventa leguas, que se suelen tardar de navegar tres ó cuatro días. Llegados al Nombre de Dios se descargan y desaparejan allí los navíos, y están desde Noviembre, que es VUELTA DEL NOMBRE DE DIOS A LA HABANA

Para volver á España de Tierrafirme, es necesario subir en altura, por ser las brisas contrarias para esta navegación, por la costa de Tierrafirme, como queda dicho; y así se viene desde como trescientas cuarenta ó trescientas cincuenta leguas, que se navegan en diez y seis ó diez y ocho días, y de Febrero adelante, cuando ya los Nortes empiezan á faltar; y así, en allí al leste-sueste para dar en la isla de San Bernardo, y después al leste en demanda de Baru, hasta llegar á Cartagena, adonde se vuelve desde el Nombre de Dios por poder mejor vientos brisa y correr con las aguas al occidente para la costa de Honduras y desaguadero de Nicaragua, no pueden bien salir los navíos dél si se ensenan en ella, por atravesarse Serranilla, por los cuales sería la navegación peligrosa; y así se vuelve á Cartagena, desde donde se gobierna al norte hasta la punta de la Canoa, que está junto á Cartagena, y desde están los dichos bajos de la Serrana y Serranilla y Quitasueño debajo de la agua, á menos de media braza, por los cuales se pasa con mucho cuidado y tiento: y desde allí, por navegación de la Nueva España, y desde ella al cabo de San Antón, desde el cual se corren seis ó siete leguas al nornorueste por dar resguardo á los bajos del dicho cabo, desde donde desde allí á la Habana, adonde se vuelven á juntar las derrotas y flotas que vienen del Nombre de Dios y la Veracruz para España.

DESDE SAN JUAN DE ULÚA A LA HABANA PARA VOLVER Á ESPAÑA

Desde el puerto de la Veracruz para la Habana, hasta donde navegan de vuelta como doscientas leguas en nueve ó diez días, parten las flotas por el mes de Marzo, porque aun entonces llaman de la Brisa, y los vientos terrales. En saliendo del puerto se gobierna al nordeste hasta altura de 24 ó 25 grados, con vientos brisas, que en cuatro ó cinco dias bastan para llegar la Habana: y así, de Mayo adelante es malo salir del dicho puerto de Ulúa, que por falta de los nortes, si se ensenan en la costa de la Florida, no se puede salir della por los vientos susuestes, de pasar de 26 grados arriba, y desde las Tortugas se gobierna la vuelta del sur, hasta la Habana á do se juntan ó esperan las flotas de Tierrafirme y Nueva España.

DESDE LA HABANA Á LOS AZORES

Desde el puerto de la Habana para España, habiendo desembocado la canal de Bahama, se viene por el golfo que dicen del Norte ó del Sagarzo, en demanda de las islas de los Azores según práctica de mareantes, que se navegan en veinte y ocho ó treinta dios con buen tiempo; y otra para en tiempo de invierno que, aunque es algo más corta, se tarda más dias en hacer, Los vientos que sirven para entrambas estas derrotas, son los vendabales, que en este golfo son más ordinarios en verano, y más suaves y con menos mar que en invierno, cuando suelen son más malos, y así esta navegación suele ser peligrosa en aquel tiempo; los nortes, aunque sirven para esta navegación, suelen durar poco, porque luego saltan en brisas, que en invierno Bermuda suele haber algunos huracanes.

Del puerto de la Habana se sale por la mañana con terrales: en siendo fuera del puerto, como tres ó cuatro leguas á la mar, da luego la brisa, que aunque es viento contrario para el barloventeando van metiendo los navios por la canal; y así, con cualquier viento, se dejan ir por ella. Y si fuera viento próspero, en saliendo de la Habana se gobierna al nordeste hasta islas de los Mártires que están en la punta y tierra de la Florida; y en volviendo la costa para el leste, se camina por aquel rumbo la costa en la mano por ser costa sana; y aunque pintan y desde aquí se viene en demanda de las islas de los Azores por dos derrotas ó caminos: uno para en tiempo de verano y otro para invierno; en verano, para buscar vientos frescos de que por el nordeste de la aguja viene á ser leste cuarta al nordeste hasta subir en 38 ó 39 grados y no más, porque algunas veces ha sido peligroso subir en mayor altura, y no bajando En invierno se gobierna, en desembocando la canal, por los 28 ó 29 grados la vuelta del leste hasta la isla Bermuda, que está en 33 grados, en la cual altura se sube por la sobredicha á reconocerla, aunque por los temporales de aguaceros con mar, que suele haber de ordinario en aquel parage, se entiende que vienen á estar cerca della; desde la cual, prosiguiendo

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una de las de los Azores; y para ir á la Tercera se sube á 38 grados. Y aunque esta navegación es de más derecho y corto camino que la de verano, se tarda más dias en navegarse, caminando, según queda dicho, desde la Florida para el nordeste, y así ayudan más á la navegación; y en la una y en la otra navegación se tiene por señal, para entender que se llega Los navíos que vienen de las Indias en verano, ora vengan en flota ora solos, siempre suelen tocar en las islas de los Azores, y principalmente en la Tercera que está en 39 grados, menester, y para tomar lengua si la costa de España está segura de cosarios, y entender si el consejo y oficiales de la contratación de Sevilla han enviado, á la persona que allí tienen, tomar la isla de San Miguel, que está en 38 grados menos un tercio, cuando no pueden tomar el puerto de la Tercera por los vientos sures y suestes que suelen ser contrarios. En el invierno de Portugal, que desde Setiembre hasta Abril no se venga á surgir á ellas, porque á las flotas de España en invierno y en verano les está mandado que no puedan surgir en ellas, ni naos barcas de todas las islas con refresco de agua, bastimentos y otras cosas de que se proveen.

DE LAS ISLAS DE LOS AZORES PARA ESPAÑA A SANLÚCAR

De las islas de los Azores hasta San. lucar de Barrameda, ponen los marineros como trescientas leguas de navegación, que se navegan desde quince hasta treinta dias muchas veces, para venir á España.

Partiendo de las dichas islas se gobierna la vuelta del leste como cuarenta ó cincuenta leguas, porque si ventaren los vientos nordestes puedan abitar y tomar tierra de España con habiendo corrido las cuarenta ó cincuenta leguas se vuelve á gobernar la vuelta del leste cuarta del sueste, en demanda del cabo San Vicente que está en 37 grados en la costa de Portugal, En doblando el dicho cabo se gobierna hasta Sanlucar leste-oeste, á vista de la costa, guiñando para el nordeste por no desviarse della, hasta ver las Arenas gordas, que son unos medanos se han ahogado muchas gentes en tiempo de tormentas por no haber donde se pueda guarecer la gente que echa la mar; y así en tiempo de fortuna se tienen antes para el Estrecho, puede surgir. Llegados al puerto de Sanlucar, se suben los navíos para Sevilla por el rio arriba, alijando lo que es menester, unas veces con viento cuando corre apropósito, aunque seguro, es con la marea, llevando los navíos con los bateles hasta Sevilla, donde en el puerto de las Muelas los oficiales de la Contratación los vuelven á visitar, para hacer averiguación registrar, ó si han saltado en tierra en algún puerto de Portugal, ó sacado oro y plata de los navíos; y los que vienen consignados y con registro para Cádiz ó que no pueden tomar mesmo son visitados por el juez oficial del rey, que allí reside para esto.

NAVEGACIÓN DESDE ESPAÑA PARA EL RIO DE LA PLATA Y ESTRECHO DE MAGALLANES

Por ser tan poco frecuentada como es esta navegación, hay poco que decir della más de que de España al Estrecho hay cerca de dos mil leguas de navegación, y hasta el Río de hasta el Río de la Plata, y tres hasta el Estrecho, siempre han tardado mucho más los pocos que hasta agora la han navegado, porque á causa de haber de partir para esta navegación es desde Setiembre en adelante, viénese á pasar por debajo de la Equinoccial en tiempo que se hallan debajo della muchas calmas y muy contínuas; y así se ha tardado hasta el Río demás de las calmas sobredichas, por ser la navegación tan larga y haber muchas tormentas y refrigas de vientos sures y suestes, y brisas que son travesía en toda aquella costa, veces, de las que se ha intentado pasarle y navegar por él á las islas del Maluco, se ha podido llegar á pasarle antes que el verano de aquellas partes se acabe, que es muy breve y muy frios, y así siempre ha sido necesario invernar antes de pasar el Estrecho; por lo cual, y por las grandes corrientes que en él hay, y poco aparejo para repararse los navios, aunque hasta los Malucos tan larga, que pasa de siete mil quinientas leguas, la navegación para ellos desde España por el Estrecho viene á ser muy dificultosa y casi imposible.

Habiendo partido de Sanlucar de Barrameda para el Rio de la Plata y para el Estrecho, y habiendo tocado y tomado refresco en las islas de las Canarias, siempre se ha gobernado norte oeste con el cabo de San Agustín, desde donde algunos han navegado al oeste hasta reconocer el dicho cabo, y otros han ido siempre subiendo de altura á reconocer la costa del Brasil, 35 grados, y desde allí han pasado, los que han ido al Estrecho siempre á vista de tierra, y en la costa han hallado buenos puertos y rios, donde se han reparado de algunas fortunas han proseguido la derrota para el Estrecho, sin llegar á reconocer la tierra del Brasil ni tierras del Río de la Plata.

NAVEGACIONES DE LA MAR DEL SUR DESDE LA NUEVA ESPAÑA Y TIERRAFIRME POR EL PIRÚ Y ESTRECHO

La navegación del mar del Sur, que desde Tierrafirme y Panamá hasta el Estrecho viene á ser de más de mil doscientas ó mil trescientas leguas, y desde Nueva España y Guatimala mil partes á otras, por la que hay en los vientos y aguajes y corrientes de mares de aquellas partes; porque desde Panamá hasta la ciudad de Los Reyes, hasta donde ponen de viaje arriba, cuando no son los vientos muy prósperos, y otro tanto y más las quinientas leguas que debe haber de navegación desde Los Reyes hasta Chile; y á la vuelta se suele hacer cada menester más de siete ú ocho meses, y para volver menos de dos, porque, á causa de ser los vendabales y vientos sures tan contínuos gran parte del año en aquella mar, suelen casi Nueva España; y así la navegación del norte por la mar del Sur y para el sur de aquellas partes es siempre dificultosa y pesada, y casi imposible cuando vientan los sures, y al contrario Para ir desde Panamá y de la Nueva España y Guatimala al Pirú y desde allí á Chile, se tiene de partir por los meses de Enero, Abril y Mayo, y por Agosto y Setiembre y parte navegación; y porque habiendo tardado desde Panamá á Los Reyes dos meses ó tres de tiempo, cuando se llega allí es acabado ya el que es menester para navegar á Chile, es forzoso porque como se hace con tanta brevedad, y en todos otros meses del año en que pocas veces faltan vientos prósperos, puédese venir desde Chile á Panamá de un viaje, y pasar á la Hácese toda esta navegación costa á costa, sin apartarse de tierra sino poco, salvo los navíos que de Nueva España van al Pirú, que desde Guatímala ó Nicaragua hasta donde llegan travesía como cuatrocientas ó quinientas leguas, y en lo demás hasta allí y de allí para Chile van tocando en muchos de los puertos y desembarcaderos que hay por todas estas costas, proveerse de agua y bastimentos, que en todos se puede hacer con seguridad, por ser esta navegación la más limpia y segura de cuantas hoy se sabe en lo que hay descubierto de la NAVEGACIÓN DEL PONIENTE DESDE L9 NUEVA ESPAÑA PARA LAS ISLAS DEL MALUCO Y FILIPINAS

La navegación de la mar y golfo del occidente para la Especiería é isla del Maluco por la parte del occidente y demarcación de los reyes de Castilla, según las derrotas de los que hasta podrían andar con buenos tiempos, segun el curso ordinario de los navíos, en cinco meses ó poco más, por ser la navegación tan larga y prolija y haber de pasar el Estrecho con navegación en menos de un año largo ó año y medio. Comenzóse primero desde España por el estrecho de Magallanes, y aunque de dos armadas que se hicieron para esteviaje, parte sobreseído en proseguir esta navegación y háse comenzado á hacer desde la Nueva España, desde donde se han hecho ya cinco ó seis viajes prósperamente, ç según la más común costa de la mar del Sur hasta las islas Filipinas mil seiscientas ó setecientas leguas, las cuales se navegan comunmente en dos meses ó dos meses y medio, comenzando por Noviembre, tiempo no puede haber tantas calmas como había antes, y las brisas son de allí adelante más ciertas, y aunque corran los vendabales y nortes no son malos para esta navegación, aguaceros, pero no de peligro ninguno hasta agora.

En partiendo del puerto de la Navidad, que está en 19 grados de altura en la costa de la mar del Sur de la Nueva España, y es el que hasta agora parece el más apropósito para este donde gobernando leste oeste se viene á dar en ellas.

La vuelta de aquellas islas para la Nueva España es de más larga navegación que la ida, porque según estimación de los marineros, tiene de viaje dos mil leguas, á causa de subirse vientos contrarios para volver por la derrota de la ida. Tiénese por tiempo conveniente para partir de las islas Mayo y principio de junio, porque en estos tiempos son menos las brisas favorables para ella como las brisas para la ida., se tarda en volver de las dichas islas hasta la Nueva España de cuatro meses arriba., casi doblado tiempo de lo que es menester corrientes y es necesario salir poco á poco, se van subiendo en altura por el les-nordeste ó por otros rumbos, según la ocurrencia de los vientos, hasta ponerse en 39 grados de altura, de allí, costeándola y bajando de altura, se viene al puerto de la Navidad.

DE LA CASA DE LA CONTRATACIÓN DE SEVILLA, Y COSAS PROVEIDAS PARA LA NAVEGACIÓN DE LAS INDIAS

Luégo que se comenzaron á descubrir las Indias, se fundó en la ciudad de Sevilla la Casa de la Contratación, donde se ha quedado y reside, aunque antiguamente se platicó de ponerla ella, desde su primera fundación, tres jueces oficiales con título de S. M. que son: tesorero, á quien se hace cargo de toda la hacienda que viene á la Caja real de tres llaves que están siempre las cosas de la contratación y granjerías de S. M., que al principio se instituyeron en la dicha Casa, y después se han venido á dejar, y ahora entiende en la provisión y cosas para las cosas de justicia, y un fiscal, dos escribanos y dos alguaciles y dos porteros, y cárcel y carcelero, y dos visitadores de navíos.

Al principio del descubrimiento de las Indias tuvieron los oficiales de la casa la administración y provisión de todo lo que tocaba. á las Indias, hasta que fué formado Consejo acerca de la gente de la mar que resultan de la navegación; de los cuales vienen por apelación al Consejo los criminales, y los civiles de cuarenta mil maravedises arriba: y ansí mismo entienden Sanlúcar, y de visitarlas á la ida y á la vuelta, para que cumplan con las ordenanzas v la administración de la Hacienda real que viene de las Indias, v la custodia de la de particulares, cuales están á su cargo, y el hacer las diligencias necesarias para que vengan en poder de los herederos cuyos son.

Hay así mismo en la dicha casa una sala del consulado de los mercaderes, adonde los mercaderes, al principio de cada año, eligen dellos un prior y dos cónsules, que arbitrariamente dependientes de sus contrataciones, dudas de fletes y de sus factores; cuyas apelaciones van ante uno de los oficiales de la casa, elegido por juez, que con dos mercaderes, los determinar arbitrariamente con otros dos mercaderes, que no sean de los primeros, y no pueden cargar ni contratar mercader ninguno ni pasar sus factores á las Indias, sin licencia de No puede salir navío ninguno sólo para las Indias, por el peligro de los cosarios y porque lleguen todas las mercaderías juntas, sino en algunas de las flotas, que está ordenado que para Tierrafirme, aunque esto se cumple mal por no cargar los mercaderes á tiempo: y las naos todas han de ser de cien toneladas hasta ciento cincuenta, y cada una lleva su capitán

7/9/2014 HIDROGRAFÍA GENERAL DE LAS INDIAS Y DECLARACIONES DE LA CARTA DE MAREAR PRECEDENTE DIVISIÓN DE LOS MARES …

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cada navío está ordenado, y de todo lo que llevan en mercaderías y de otras cosas se hace registro por los oficiales de la contratación, donde queda en registro, y cada navío lleva un se les hace, despues de haberles visitado dos veces en el puerto de las Muelas del rio de Sevilla; una cuando se ponen á la carga para ver si están estancos y bien acondicionados bastimentos, armas y municiones que se les mandó en primera visita, y la tercera en Sanlúcar para saber si han sacado algo dello y metido más de lo registrado, porque todo lo que va 1 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#1up) Hoy se da el nombre de jusente ó yusente , que significa lo mismo que menguante , vaciente, reflujo o marea saliente.- V

2 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#2up) Véase la nota correspondiente a esta página.

3 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#3up) Llamado hoy

4 (http://lablaa.org/blaavirtual/historia/india/india1a.htm#4up) Nisao se le nombre

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